El Birri es un espacio que se construye y se piensa desde prácticas en comunidad, por eso el sábado 7 de abril se realizó una «Jornada de Convivencia», organizada como una forma de que quienes lo transitamos, aunque algunos más u otros menos, podamos encontrarnos y compartir los saberes, las prácticas y los modos de organizarse que le dan vida y fuerza al Centro Cultural y Social.
El encuentro, que organizaron Lumila Vallejo, Ceci Rossini, Flor Jacobi, Adriana Falchini y Ema Zuberbuhler, arrancó lleno de mates y de abrazos, de charlas y preguntas, de puestas al día entre esxs compañerxs que hacía rato no se veían.
La primera parte de la jornada la destinamos a presentarnos, en ronda y jugando a encontrar un movimiento corporal, un gesto, que diga algo de nosotrxs. Después, con marcadores de colores fuimos ubicándonos en la rueda del Birri, un diagrama que representa todas las comisiones, tareas, talleres y actividades sobre las que gira el Centro Cultural, con el Carnaval como un margen que contiene todos los esfuerzos, a la vez símbolo y horizonte del trabajo comunitario, libertario y popular. Y como ramas que atraviesan todas las actividades, algunas palabras clave que sirven de puntos de referencia para pensar nuestras militancias y activismos: feminismo, ideas, diversidades, luchas, movimientos populares…
Esa rueda no solamente sirvió para presentarse y ver las distintas caras de todo el trabajo que se hace en El Birri, también sirvió para poner de manifiesto dónde hay coincidencias, dónde faltan manos y qué espacios hay que repensar para que puedan funcionar mejor.
La segunda parte de la Jornada, después de llenarnos con comida y con charla en un recreo, se organizó alrededor de preguntas que, primero fueron escritas y puestas en una caja por todxs lxs presentes, y después fueron leyéndose.
Las preguntas fueron desde cuestiones organizativas, pasando por consideraciones sobre la identidad del Centro Cultural y Social, hasta las más amplias y filosóficas. Las respuestas vinieron aveces de quienes se encargan de tal o cual comisión, otras fueron armándose con palabras de unxs y otrxs, y algunas quedaron sin responder, pero con las intenciones de seguirlas pensando.
Pensar un espacio de forma comunitaria significa no solamente una militancia, el dictado de un taller o encargarse de tal o cual tarea, significa construir formas de vincularse con lxs otrxs que nos acerque y que, incluso en el trato diario y en el saludo de pasillo, rompan jerarquías y construyan comunidad.
Jornadas como la compartida ayudan conocer la mirada de quienes comparten el trabajo y las actividades del Centro. Conocer la mirada, porque podemos conocer la visión del mundo de lxs compañerxs, pero también porque significa, literalmente, encontrarse los ojos de esxs otrxs que a su manera van dándole realidad a todos los sueños que laten en El Birri.