El pasado domingo 8, al ladito del río, en la ciudad vecina de Rosario, hubo una fiesta cirquera. Artistas, colegas, amigues, personas que nos conocen, personas que no, todes juntes en una combinación de luces, música y color nos extendieron los brazos y nos hicieron llegar el regalo más hermoso que hubiéramos podido imaginar.

Nos regalaron el arte de apoyarnos desde la alegría, desde las risas, desde la magia de un escenario, desde la combinación de solidaridades y voluntades.

¿Qué podemos decir cuando sentimos de cerca tanto amor?

Gracias.

Gracias a esos lazos que se extienden, gracias por valorar el trabajo que hacemos con gusto y convicción todos los días, gracias por ser combustible para continuar reexistiendo, gracias por decirnos “acá estamos, con Ustedes”, gracias por hacer visible nuestra lucha.

Esos lazos amigos, esos lazos hermanos, esos lazos que estamos construyendo nos fortalecen. Cada solidaridad que nos llega (¡y de todos lados!) nos moviliza y hacia adelante. Extendemos nuestras redes y con ello los brazos para abrazarnos.

Esto es lo que sentimos y expresamos: un profundo agradecimiento a la Escuela Municipal de Artes Urbanas de Rosario, a su director Marcelo Palma, al equipo técnico y docente de la escuela tanto como a todes sus alumnes que colaboraron en la organización del evento,  a todes les artistas que participaron y al públique en general  que le da sentido a todo lo que hacemos cuando armamos un espectáculo. Gracias por la solidaridad.

Así es como reexistimos, desde el arte que nos hermana.