Con Tire die comienza a tomar forma el horizonte del documental social, se trastocan los parámetros hegemónicos de producción-circulación-consumo de ideas, se abre el telón de un hecho histórico que es parte de nuestra memoria resistente y que hoy, 60 años después, se reafirma en su pertinencia de que la batalla cultural debe ser emancipadora.
¿Parodia? La portada del mediometraje Tire die (Fernando Birri, 1958) parece una recreación moderna y satírica del cuadro renacentista de Miguel Ángel «La Creación de Adán». En aquél, la vida merced gracia divina. Aquí, la reproducción material cotidiana girando en torno a la limosna. Allá, Dios. Acá, el dinero.
Es que el contexto de producción de la obra contribuye a entender los objetivos de la misma. Tire die es hija de su época pero a la vez vanguardista al instalar desde la margen la problematización de la realidad y hacerlo en términos de una pedagogía de las resistencias y la liberación. En menos de 40 minutos el maestro Fernando Birri forja el uso de la Universidad pública al servicio de la educación popular, el enfrentamiento a la cultura industrial e importada de la cinematografía, la materialización de una experiencia pedagógica que cimentaría el posterior semillero que fuera la Escuela Documental de Santa Fe, la renovación estética y política del arte nuestro, la disputa y construcción de sentido desde la lente popular y situada en la profunda y periférica latinoamérica.
Tire die es la «primer encuesta social filmada por el Instituto de Cinematografía de la Universidad Nacional del Litoral». Así se autodenomina. ¿Y quién recuerda las encuestas sociales?, más utópico aún: ¿quién las retoma 60 años después para encontrar pistas explicativas del presente? Sólo el arte de las culturas populares puede. Y Tire die mostró las fisuras del edificio de burguesas formas de fabricar arte contemplativo, construyendo sobre sus cimientos maneras colectivas de crear arte, tomar decisiones y rebelarse por derecho y pasión.
Hace 10 años el municipio local (el mismo que osó desalojar nuestros sueños de ojos abiertos allá por 2013) declaró al 27 de setiembre día del cine santafesino, en memoria de la fecha de presentación de Tire die en el Paraninfo de la UNL (27/09/1958). Habría que investigar si en alguna otra oportunidad desde aquél lejano y cercano 1958 la Universidad fue tan concurrida por los sectores de las barriadas del suroeste santafesino, para presenciar una creación suya.
A Birri lo celebramos todos los días, haciendo el Centro Cultural y Social. A Tire die la reivindicamos a cada paso, en cada asamblea y carnaval. Al arte liberador le hacemos ancla, para que trepe al balcón y deje volar sus alas enormes. Queremos que sepan esto, siempre!
Y porque Tire die es un documento social y colectivo sin desperdicios que podría publicarse a la fecha de hoy con total vigencia (y esa injusticia es nuestro motor), compartimos un fragmento del prólogo, en la voz en off de Fernandez Luro: «(…) al llegar a las orillas de esta ciudad organizada, como en tantas otras, la estadística se hace incierta. Hay muchos, cuántos, demasiados ranchos en donde viven centenares de familias santafesinas. Sobrepasada la estación del Ferrocarril Mitre, al final de la calle General López, está una de estas barriadas extendida a ambos lados de las vías que unen Santa Fe con Rosario y Buenos Aires atravesando los bajos del Salado; aquí ha sido filmada -entre las 4 y las 5 de una tarde de primavera, verano, otoño, invierno de 1956, 57, 58-, la siguiente encuesta, mientras los pibes acuden para pedir una moneda al tren que a paso de hombre avanza por este puente de 2km de largo.»
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