Hay riñas y riñas pero si de peleas de palabra se trata el suroeste no conoce otras tan picantes como las de la Patri con su vecina la Pochi. Las doñas, que justo antes de la sublevación de los mosquitos se suelen encontrar en las veredas de la zona, pueden pasar de la algarabía a la rabia en solo cuestión de segundos. El tan delicado tema que trenza los ánimos esta vez es dónde empiezan y dónde terminan los barrios Chalet, San Lorenzo y Arenales. “Se picó de nuevo!”, dice el Angelito que justo anda de paso cuando ve que la Pochi sale con la toca puesta de la casa y una guía de teléfono vieja, como objeto de prueba. En esa guía, que data de principios de los dosmiles, sobre un mapa que venía en una de las últimas páginas, ha trazado con lápiz oscuro el límite que, para ella y en forma indiscutible, separa su barrio Chalet de barrio San Lorenzo. “De Jujuy para el sur es Chalet, de Jujuy para el norte es San Lorenzo. Arenales arranca desde Lamadrid hacia el oeste”, asegura la Pochi con la evidencia en mano. La Patri de ninguna manera considera estos trazos caseros como prueba: “Pochita, a veces no parecés muy lúcida… me vas a decir entonces que yo que estoy en la vereda sur de Jujuy soy de un barrio y vos que estás en la vereda norte sos de otro? La línea de separación pasaría entonces por el medio de la calle y eso disculpame pero no tiene sentido. Además te aseguro que Arenales es más atrás”.
Aunque quizás no exista respuesta certera para este altercado sobre calles que se caen de los mapas oficiales, la cosa es que la discusión empieza porque la Patri le cuenta a su vecina otra pelea que su sobrina Jesi tuvo con un taxista:
– El señor le dijo que hasta Arenales no entraba, que tan tarde no se metía ahí porque está lleno de delincuentes. Y parece que la Jesi, que encima iba a Jujuy al fondo a trabajar a la Casita de La Poderosa, le dijo que, primero, eso era Chalet, y que no hable así de un barrio de laburantes. El señor le replicó que en todo caso era un barrio de planeros, que conocía porque había vivido. Y entonces la Jesi le dijo que era un desclasado del orto y que ojalá se le funda el motor y necesite un plan. Si será brava esta chinita. Yo la reté porque, primero, qué necesidad de decir orto. Segundo, el tipo le puede hacer cualquier cosa si se enoja y ella ahí arriba de su auto- termina la anécdota doña Patri ante la atenta escucha de su vecina.
– La Jesi siempre fue brava -sigue la Pochi.
– Pero brava bien, digo yo, ojalá hubiéramos tenido ese firme contestar nosotras, Pochi. Mirá, de todo lo feo que pasa hoy día rescato eso de que las chicas están más contestadoras.
Está la Pochi justo por volver a lo que realmente le importa que es definir quién tiene razón sobre los barrios cuando pasa la Virgi con unos cables a cuestas: “Querida, qué andan haciendo? Decime, vos que estás ahí, la Casita nueva que inauguraron hace poco con La Pode, en qué barrio quedaría?”. Bastante concentrada en su tarea aunque no por eso menos amable, la joven centra su respuesta en lo que la tiene apasionada: “Son antenas, para tener Internet gratis en todo el barrio. No sabe el trabajo que es pero imagine los beneficios, hasta logramos la fibra óptica en esta zona de Chalet, esto es Chalet. Por acá deberíamos colocar una, como vienen con los enchufes en sus casas?”.
La Patri piensa en silencio que fibras en su casa sobran pero del resto no entiende y prefiere cambiar el tema: “Y vos estás en el grupo de albañilería también, no? Me dijo la Jesi que dieron de baja algunos planes, nena”. La Virgi le explica de unas incompatibilidades entre el Potenciar Trabajo y el Progresar que hizo el gobierno para seguirle sacando plata a los que menos tienen, pero que finalmente las organizaciones lograron frenar. Intenta seguir pero la Patri interrumpe:
– Cuando tenía tu edad estaba el PAN… el Plan Alimentario Nacional, hacía poquito se habían ido los milicos, ya había malaria. Yo le di de comer a los dos primeros un tiempo con eso. Te aclaro, nena: me ayudó un poco, nunca basta, nosotras nunca dejamos de trabajar en la casa, afuera…
– De luchar, Patri, además si nos organiza…
La Patri quiere seguir con sus ideas así que eleva la voz:
– Si agarran lo del pre viaje que está de moda, nadie dice nada y eso es plata que se pone, o qué creés? Yo no respondo pero así de ciega como me ves entro y leo eso que ponen abajo en las notas del Litoral, también los comentarios en el grupo de Feis del canje. Te digo una cosa y me pongo de pie: yo me reivindico planera.
*Gracias a les compas del área de Salud de la Casita de Mujeres y Disidencias de La Poderosa por compartir sus sentires y saberes.
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